Reseña del libro: Perder a un pequeñito

Little One Lost: Living with Early Infant Loss, Glenda Mathes, Grandville: Reformed Fellowship Inc., 2012.  Tapa blanda, 139 páginas, $10.00.

Me he encontrado con este caso muchas veces como pastor.  También lo he experimentado personalmente junto con mi esposa.  El aborto espontáneo o «pérdida temprana de un infante» es un fenómeno bastante común.  Aunque es muy común, apenas somos expertos en tratarlo de una manera cristiana.  La gente no sabe qué decir, no sabe cómo actuar y cómo dar consuelo.  Entonces, la mayoría de las veces, las personas no dicen nada, fingen que no sucedió o lo socavan.  Aquellos que lo han experimentado pueden ser reacios a decírselo a otros: muchas veces una pareja que ha perdido un bebé desde el principio tampoco se sentirá libre de decírselo a su pastor o anciano.  Este libro tiene un enorme potencial para cambiar la forma en que vemos la pérdida temprana de un infante y la forma en que la tratamos en nuestras iglesias y familias reformadas.

Los lectores de Christian Renewal estarán familiarizados con la autora ya que sus escritos aparecen regularmente allí.  Ella es miembro de una congregación Reformada Unida (URC) en Iowa.  Little One Lost surgió de un artículo escrito para Christian Renewal hace algunos años.  Mathes fue contactada por mujeres que habían experimentado este tipo de dolor y el ánimo de ellas la llevó a escribir algo más sustancial.  En el libro, la autora se basa en las experiencias de los demás, y también en la de ella y su esposo.

Little One Lost está escrito desde el corazón y se nota.  Ella escribe al final de cómo este libro fue difícil de escribir.  Lo creo.  Pero, así como los mejores sermones son los predicados desde el corazón, también los mejores y más poderosos libros están escritos por autores que se preocupan apasionadamente por lo que están escribiendo.

Mathes cubre todos los aspectos de este tema y lo hace con sensibilidad.  Este libro no es solo sobre el aborto espontáneo, sino también sobre los bebés que nacen muertos y las muertes súbitas de infantes.  Ella señala cómo la pérdida temprana del bebé afecta no solo a las madres, sino también a los padres, hermanos y abuelos. Ella llama nuestra atención sobre cómo el abuso o el aborto pueden complicar el proceso de duelo.  Hay una discusión útil y compasiva sobre la planificación funeraria en estos casos.  También aprecié la forma en que identifica la infertilidad como una pérdida.  Hacia el final del libro, Mathes incluye una sección sobre cosas que son y no son útiles para decir a los padres afligidos (incluyendo la frase grosera y poco compasiva «¡Supéralo ya!»).  

Este es un libro muy práctico.  Además, la autora ofrece sus consejos prácticos y sabiduría basados en la enseñanza de las Escrituras y en el resumen de las Escrituras que se encuentra en las confesiones reformadas.  Ella tiene excelentes capítulos sobre el consuelo bíblico, pactual y confesional.  Solo había una preocupación que noté.  El capítulo 8 trata del dolor de los padres.  Mathes escribe: «Dios el Padre renunció a su único Hijo.  Él conoce el dolor que tanto los padres como las madres sienten en la pérdida» (49).  Si bien estoy seguro de que la autora no se suscribe a la herejía del patripasionismo, estas palabras podrían malinterpretarse como apuntando en esa dirección.

Little One Lost es el mejor libro que he leído este año, sin exagerar.  Es muy recomendable para pastores, ancianos y cualquier persona que quiera ayudar a aquellos que sufren la pérdida de un bebé.  Aquellos que están tratando de superar tal pérdida también se beneficiarán.  A veces puede ser difícil entender un libro de esta naturaleza, por lo que creo que los padres afligidos realmente apreciarán los capítulos cortos: cada uno tiene solo tres o cuatro páginas.  Puedes leerlo lentamente si es necesario.  Este libro necesitaba ser escrito y felicito a Glenda Mathes por escribirlo y a Reformed Fellowship por publicarlo.  Planeo tener varias copias a mano. Pronto la editorial CLIR de Costa Rica lo publicará en español.

Traductor: Valentín Alpuche